jueves, 22 de septiembre de 2011

El chantaje tecnológico


No estoy seguro si este término es de mi genuina invención o si lo escuché en algún momento, lo busqué en Google pero conseguí muy poco y con un significado muy distinto al significado que le doy.

Para mi el chantaje tecnológico es el perverso círculo generado e impulsado por los fabricantes del hardware y del software para que los consumidores queden atrapados y se vean en la “obligación” de renovar su plataforma tecnológica constantemente.

En el año 1995, antes de que apareciera Windows 95, la mayoría de los usuarios se quejaban porque sus computadoras aprovechaban muy poco el Mega Byte de memoria RAM (si, leyeron bien… 1MBytes) que tenían instalados (MS-DOS reconocía únicamente 640KBytes de memoria, pero Windows, con un pequeño driver denominado HIMEM.SYS, podía aprovechar hasta 1 MByte). Eran PCs con procesador Intel 80386 y, las más avanzadas, con 486. Que software se usaba? Microsoft Office!

Si tomamos a un usuario promedio de ese año y viéramos sus trabajos seguramente serían cartas bonitas, formatos simples y funcionales, presentaciones vistosas, etc. si le preguntáramos que cosas les hacen falta para mejorar su trabajo, muy probablemente la respuesta tendría muy pocas innovaciones. Sin embargo a los pocos meses el fabricante de software, en este caso Microsoft, emite una nueva versión con funciones inimaginables que, al instalarse en el PC del usuario, lo condena a unos tiempos de respuesta miserables… que dice Microsoft? “Tiene que migrar a Windows 95… claro, primero tienes que cambiar de PC ya que 1Mbyte es muy poco y el 386 es muy viejo”. Por otro lado si a ese mismo usuario se le daña el PC y, reacio en adoptar nuevas tecnologías, quiere comprar el mismo PC que tenía para instalarle su viejo software… pues no puede, porque al salir a comprar el PC se consigue que ya todos tienen prestaciones mejores, y por qué? Porque los fabricantes de hardware tienen que producir la tecnología que el software requiere (y además para poder vender más cosas puesto que la tecnología se abarata todo el tiempo).

Al final es un vórtice de hardware y software que se van empujando uno al otro manteniendo adentro a los usuarios quienes, la mayoría de las veces, se sienten bien al comprar hardware nuevo e instalar el nuevo software!

Mis respetos señores de Intel, IBM, HP, Microsoft, Symantec, Autodesk, etc., etc.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Eliminación de un Domain Controller de Windows

En cualquier organización que tenga un dominio basado en Windows, puede presentarse la situación en la cual se desee sustituir totalmente un controlador de dominios  (DC) por otro: con el progreso meteórico de la tecnología es muy frecuente que, al pasar un tiempo relativamente corto (un par de años) luego de crearse los DC, al efectuarse una adquisición de un servidor auxiliar o inclusive de un PC para un usuario, éste sea de prestaciones muy superiores a los DC existentes. El departamento de TI se ve entonces sometido a la disyuntiva de siempre: cerrar los ojos e instalar el nuevo hardware para la función que se planificó comprar (seguramente sub aprovechándolo) o efectuar un doble cambio mejorando así dos servicios (claro con mayor trabajo).
Lo cierto es que Microsoft está bien consciente de esta situación y tiene sus procedimientos bien aceitados para enfrentar este tipo de situaciones: se despromociona el servidor en cuestión, se instala el otro y se promociona a Controlador de Dominios el nuevo. Este esquema funciona bastante bien y no se ocasionan grandes traumas. Otra situación que está bien contemplada por Microsoft, es el caso en el cual se desee suprimir un DC que esté activo para siempre… el problema es si se desea remover un DC y éste no esté activo (por ejemplo si le ocurrió un problema irrecuperable tal como un robo).
Efectivamente tuve que pasar por esta situación dos veces puesto que el grupo de empresas que estaba manejado por un solo dominio corporativo se disolvió y cada empresa, que estaba físicamente en localidades distintas, decidió seguir con el mismo dominio pero estando totalmente aparte… es decir, el dominio corporativo se dividiría en tres dominios separados pero manteniendo cada uno el mismo nombre (para que los usuarios no sufriesen ningún impacto).


Para efectuar la separación NO se podía despromocionar al DC de las empresas a desconectar, puesto que más bien se deseaba promocionar a esos DC como Master DC del remanente de sus respectivos dominios.



Así que se tuvo que cortar la comunicación con cada una de las empresas a separar (una a la vez) y entonces proceder a: 1) Promocionar el DC “huérfano” a Master DC, y 2) Borrar todo rastro del DC separado de la red principal.

La primera parte se efectuó siguiendo un procedimiento de Microsoft sin mayores traumas, en cuanto a la parte de remoción se hizo algo forzada: se eliminó el DC en cuestión del directorio activo… al hacerlo Windows Server 2003 presentó una ventana dando tres opciones de eliminación una de las cuales era “este servidor más nunca se volverá a tener en la red” o algo parecido, y esa fue la que se seleccionó.
Dado que el servidor remoto también era un servidor DNS, se tuvo que remover todo rastro del servidor DNS principal y del secundario (no todas las eliminaciones se replicaban), del servidor WINS principal y en algunas rendijas del directorio activo donde seguía apareciendo. La enseñanza de esto es que hay que vigilar los logs del Event Viewer, al ver los errores de replicación o de otro tipo, se puede deducir donde sigue apareciendo el servidor eliminado para tomar las medidas del caso.